¿Comprar coche de segunda mano? ¿Y ahora que hago?

Hay bastantes signos a mirar cuando nos decidimos a comprar un coche de segunda mano, a los cuales hay que dar la importancia que se merecen, que es mucha, ya que va a ser una compra para muchos años, o por lo menos eso se espera de ello.

El exterior:

El aspecto es muy importante, tanto exterior, como que no tenga muy deteriorado la chapa o pintura, los faros si están pulidos o no, si el capó o el maletero está descuadrado, si las puertas tienen holgura o chirrian cuando las cierras, ojo es normal que el coche tenga algún arañazo, pero todo ésto nos dará indicios de cómo está el coche en su interior.

Los amortiguadores y los neumáticos deberían estar en buen estado, no nos referimos a que estén gastados en el caso de los neumáticos, que también sino que no gasten desigual izquierda o derecha y en los amortiguadores nos pondremos encima y soltaremos de golpe para comprobar que se paran en el primer bote.

Interior:

Hablando del interior, se debe comprobar el tono del salpicadero, ya que los vehículos guardados en garaje o bien cuando el vendedor lo ha cuidado poniendo parasol, son muy aconsejables por otros muchos aspectos, como el que se ha estado pendiente de el vehículo. Se ha de comprobar tanto, todos los cinturones que salgan y entren con fluidez como los anclajes de éstos y tanto las tapicerías (costuras, rotos, etc) como debajo de las alfombrillas, para detectar posibles deterioros de la carrocería. Ojo con las partes oxidadas tanto por dentro como por fuera.

Comprobaremos las luces cortas, largas, intermitentes, marcha atrás, antiniebla, así como las de emergencia y comprobar los kilómetros que indica el cuadro de mandos.

Subir y bajar las ventanillas y comprobar los cierres.

Comprobaremos la dirección en su totalidad, llegando hasta el final para ver si suena en algún sentido.

En el motor:

Encenderemos y abriremos el capó, comprobaremos que no está ni muy limpio (se han podido limpiar fugas o restos de reparaciones), como muy sucio (indica un uso muy continuado). 

Comprobaremos las tuercas si hay diferencia de limpieza respecto al resto ya que puede haber sido reparado y los niveles de líquidos para comprobar que el vendedor ha estado pendiente del motor.

Miraremos si tiene fugas de aceites por las tapas o goteos de líquidos. 

Es muy importante que el motor no tenga soldaduras o esté repintado, puede haber sufrido un gran golpe.

Damos una vuelta:

Debemos comprobar como pasajero y como conductor ya que se experimentan sensaciones muy distintas.

Al parar puedes comprobar que el ralentí es constante y no tiene altibajos y no está revolucionado, además intenta detectar fugas en zonas con arena o periódicos.

Ojo con el escape, si hecha humo blanco en los acelerones, reparación costosa. Comprobar a simple vista que no esté descolgado, picado o con holguras.

Comprobaremos que en línea recta el coche no se va para un lado y que la dirección no está dura o tiene ruidos.

Más a tener en cuenta:

Comprueba los papeles y pide información sobre el vehículo a la DGT para saber si tiene pendiente pagos como múltas, préstamos, o si el vehículo ha sido substraído.

Si terminas comprando el vehículo, debes inscribir éste a tu nombre en el Registro de Vehículos de la Dirección General de Tráfico.
 Si has adquirido el vehículo a un particular, recuerda que debes quedarte con el contrato de compraventa o una fotocopia del mismo, una fotocopia del documento de identidad del vendedor, la solicitud de cambio de titularidad del vehículo firmada por comprador y vendedor, y la documentación del vehículo (Tarjeta ITV, permiso de circulación y recibo del impuesto municipal pagado correspondiente al año anterior al trámite)

Si ya lo sabemos, el vendedor puede pensar, vaya "mijitas" pero recuerda va ha ser tu compra y tu vehículo, de nadie más.

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